29/7/09

Noche.

Los mostradores del cinc pasan por las cloacas,
la lluvia vuelve a ascender hasta la luna;
en la avenida una ventana
nos revela una mujer desnuda.

En los odres de las sábanas hinchadas
en los que respira la noche entera
el poeta siente que sus cabellos
crecen y se multiplican.

El rostro obtuso de los techos
contempla los cuerpos extendidos.
Entre el suelo y los pavimentos
la vida es una pitanza profunda.

Poeta, lo que te preocupa
nada tiene que ver con la luna;
la lluvia es fresca,
el vientre está bien.

Mira como se llenan los vasos
en los mostradores de la tierra
la vida está vacía,
la cabeza está lejos.

En alguna parte un poeta piensa.
No tenemos necesidad de la luna,
la cabeza es grande,
el mundo está atestado.

En cada aposento
el mundo tiembla,
la vida engendra algo
que asciende hacia los techos.

Un mazo de cartas flota en el aire
alrededor de los vasos;
humo de vinos, humo de vasos
y de las pipas de la tarde.

En el ángulo oblicuo de los techos
de todos los aposentos que tiemblan
se acumulan los humos marinos
de los sueños mal construidos.

Porque aquí se cuestiona la Vida
y el vientre del pensamiento;
las botellas chocan los cráneos
de la asamblea aérea.

El Verbo brota del sueno
como una flor o como un vaso
lleno de formas y de humos.

El vaso y el vientre chocan:
la vida es clara
en los cráneos vitrificados.

El areópago ardiente de los poetas
se congrega alrededor del tapete verde,
el vacío gira.

La vida pasa por el pensamiento
del poeta melenudo.

En la calle sólo una ventana,
las cartas batidas suenan.
En la ventana la mujer sexuada
somete su vientre a discusión.

Hoy.

Una línea recta en la nieve hacia el norte dibujó
sólo un hombre y ocho perros contra la voluntad de Dios
No lo espera nada nuevo, no hay misterios bajo el sol
no está escrito en ningún libro, lo que él busca es el calor
del abrazo de ese ser que ama y saber que hay algo para comer hoy
No tenemos tanto tiempo, dijo Juan, el inmortal
lo primero es lo sincero yo me cago en la moral
y si encuentro algún amigo, lo voy a saber cuidar
y si nos alejan los caminos lo tendré que ir a buscar
pues necesito de ese ser que amo y saber que no es necesario hablar hoy
Un plato de sopa caliente y un hada que se hace presente
en la mesa familiar
y sentir que no estoy solo y saber que no estoy loco
porque pienso que lo que mueve al mundo es la bondad
del abrazo de ese ser que amo y así el dolor ya no me puede alcanzar hoy
Y suspendamos nuestros sueños, ya no sé si quiero eternidad
hoy me basta con saber que cuento con tu caridad
y sentir que no estoy solo y saber que no estoy loco
porque pienso que lo que mueve al mundo es la bondad
y antes de que se haga tarde dibujaré una línea recta hacia vos, hoy
Abrí los ojos.

11/7/09

Me cago en el espíritu.

Despues del romanticismo,
del simbolismo
del dadaismo,
del surrealismo,
del letrismo,
y del marxismo,
es decir de cien "escuelas" de subversión politica, filosofica o literaria,
existe una palabra, una cosa que permaneció en pie,
un valor que no se ha movido, que a pesar de todo
conservó su antigua preeminencia,
se trata de la palabra y la cosa del espiritu,
el valor ligado al espiritu,
el valor de la cosa espiritu,
como si bastara enunciar,
hacer brotar en la esquina de una página la palabra magnetica
espiritu para que todo estuviera dicho
Como si se hubiera convenido de hecho y como en principio y en esencia
que el espiritu es el termino innato,
el valor tipo,
la palabra cumbre
a partir de la cual el viejo automatismo atávico de la bestia
llamada hombre pudiera
dejar de vacilar.